<variaciones íntimas>
Las palabras como poesía danzada, la vulnerabilidad del espacio interior, y el deseo de ser compartido en un instante, una intimidad.
La fragilidad como punto de partida, el piano en todas sus versiones y también desde su desnudez estará como sostén para que el movimiento viaje a su abandono.
Un rezo.
O la experiencia de como mirar el interior de los cuerpos. El flamenco siempre como impulso, la danza en toda su su amplitud y contemporaneidad para ubicarnos en el estado hoy . Un lugar de generosidad donde dejar entrar al otro.
La música, la danza y la poesía con un mismo fin en común.
UN BAILE QUE RIEGA CON LA VULNERABILIDAD MÁS EVIDENTE Y EL EQUILIBRIO MÁS CERTERO. Alejandra Pachón. Guía Flama.